Kata Moya llegó a vivir a Santiago de Chile para estudiar diseño gráfico el año 2015, ese año conectó con El Oasis, comunidad que es muy significativa para su vida, porque en conjunto con la iglesia local Viña San Miguel fueron parte de su transformación de alguien que conocía de Dios a alguien que decidió tener una relación con Él.
Para ella el Oasis es un espacio seguro, diverso y abierto, donde ella se permitió ser ella misma y eso, a su vez, le permitió experimentar su fe de una forma desafiante y auténtica.
Esa es una de las razones más fuertes por las que ella decidió trabajar en este ministerio, ser parte de un espacio donde puedes ir con tus dudas, tus creencias, tu humor, tus penas, tu música, y ser aceptado, porque ella ha visto cómo esto impacta las vidas de los estudiantes, y así como su proceso personal fue empoderado por este ambiente, ella cree que un espacio así permite descubrir nuestra identidad personal y propósito en este mundo de una forma significativa.
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